Correr después de la lesión: De vuelta al asfalto

Volviendo a quemar zapatillas.

Ha pasado algún tiempo, de hecho justo dos meses desde mi lesión y unos 4 desde que empecé a sentir las molestias y reducir la carga de entrenamientos, pero al fin me he sentido en condiciones físicas suficientes para volver a ponerme las zapatillas y trotar mis primeros km.

¡Hay que celebrarlo, es la vuelta al asfalto!

Como normalmente soy un poco bruto y esta vez estoy especialmente interesado en mi objetivo de alcanzar la San Silvestre Vallecana 2021, he intentado hacer caso de todos los sabios consejos que he recibido de otros corredores, de muchos foros y blogs de running y por encima de todo de mi fisio y en tomarme la vuelta con cabeza.

Por tanto, a pesar de que tenía "licencia para trotar" desde hace unos días he preferido esperar a llevar unas cuantas sesiones de fisioterapia y sobre todo a mentalizarme de que aunque yo me acuerde del asfalto y el asfalto de mí, el resto de mi cuerpo va requerir de algún tiempo para volver a estar donde lo dejé.

Así que, aunque el cuerpo me pedía correr cuanto antes, me he tomado un tiempo extra para calentar un poco más de lo habitual y he salido a un ritmo suave en torno a los 6:30/7 min el kilómetro con el sencillo objetivo de probar a cubrir unos 5 kilómetros.

A pesar de que en los primeros minutos he tenido pensamientos muy optimistas en plan, "estoy mucho mejor de lo que pensaba" o "los 5 km me van a saber a poco", la realidad ha sido que a los 2 km iba resoplando cual locomotora vieja y a los 3 km he tenido que hacer una paradita y caminar unos de minutos antes de continuar.

Confieso que a pesar de mis buenas intenciones y de que una de las máximas que todo el mundo me ha recomendado es volver al asfalto después de la lesión a base de CaCo*, es decir, alternar caminar con correr, en mi mente creía que no estaba tan mal como para tener que "rebajarme a caminar". 

Sin embargo, reconozco que en este caso ha sido mano de santo porque cuando he optado por hacer mi paradita empezaba a sentirme demasiado desfondado y lo último que quiero hacer es volver a lesionarme por forzar en exceso.

*Nota: Si los términos del running aún te cuestan tanto como a mí, échale un ojo al diccionario para runners novatos.

Al final, las sensaciones de volver a escuchar mis pasos por la carretera han sido increíbles, a pesar de ir literalmente con la lengua fuera y resoplando, me ha motivado mucho sentir que podía mantener un ritmo que hubiera sido inabordable para mí hace solo un año. Es decir, que a pesar de tener que tomarme la vuelta con paciencia, no empiezo tan cero como temía.

Me alegra ver que mi cuerpo no ha perdido lo poquito que había ganado y que aún recuerda algo de qué va esto. Me apunto para mi lista de "primeras veces" el haber corrido con frío, ya que la última vez que salí, todavía era septiembre y hacia calorcito. Nota para mí mismo, ¡odio el frío!

En resumen, 5 km con una media de 6:30 que para mí hubiera querido en mis inicios, pero con unas sensaciones que me dejan muy, muy lejos aún de poder afrontar la San Silvestre, aunque todavía queda un mes para ponerme a punto. ¡A correr!