domingo, 23 de mayo de 2021

Mi primera carrera popular: La I carrera del Pollo.

Mi primera carrera popular.

Finalmente es el día. 23 de mayo del 2021. El día que lleva apuntado en rojo en todos mis calendarios desde hace un mes y el día de ver si soy o no capaz de terminar la famosa Carrera del pollo, mi primera carrera popular. 

Todos mis amigos, conocidos y familiares están ya hasta el gorro de oírme farfullar mil y un detalles absurdos sobre la carrera y yo mismo empiezo a querer estar en la línea de meta y dejar de revisarme el perfil del recorrido, como si por mirarlo más fuera a cambiar algo.

Me levanto temprano y -mal hecho por mi parte- me pongo creativo. Normalmente desayuno poco o nada y como mucho me tomo un puñado de frutos secos antes de salir a correr. Sin embargo, haciendo un pastiche con los consejos de 857 páginas web distintas me preparo un copioso desayuno con muesli, yogures y un plátano. Bebo agua a sorbitos hasta llegar a la salida y hasta me tomo un aquarius un poco antes de empezar. Resultado: Me siento como una bola y me pesa hasta el alma.

Con los nervios de la primera vez, llego a Moraleja de Enmedio casi una hora y media antes de la salida y a pesar de esperarme estar solo, me encuentro con que ya ha llegado bastante gente y que hay mucha animación. Teniendo en cuenta que seguimos en mitad de la pandemia, me sorprende ver la cantidad de gente que hay y el buen ambiente.

Voy a recoger el dorsal 191 y me doy cuenta de mi primer error de novato. Para no ir muy cargado en la carrera me he preparado una pequeña riñonera con las llaves del coche, el móvil, un par de pañuelos y una mini botella de 100ml de agua -por si las moscas-, pero no he cogido el DNI. Podría volver al coche y recogerlo, pero como no está muy cerca intento hacerme el loco y al final la chica, cuando le cuento que me lo he dejado y viéndome más perdido que Wally, se apiada de mí y me entrega el dorsal sin ponerme muchos problemas. ¡Bravo por la gente colaborativa!

A pesar de eso, me felicito cuando me dan el dorsal y veo que no hay imperdibles que yo sí he tenido la prudencia de traer, así que una de cal y otra de arena.

Intento relajarme unos minutos, pero veo a todo el mundo calentando a unos ritmos que no sería capaz de mantener ni aunque me persiguiera una manada de lobos, así que fingiendo ser muy profesional hago unos trotecitos aquí y allá y trato de repetir algunos gestos que voy robando de la gente con la que me cruzo. Me desmoraliza un poco ver que no hay nadie con pinta de amateur, casi todos vienen de clubs de runners, con camisetas a juego, entrenadores apoyándoles y una pinta de comerse el asfalto impresionante.... y luego estoy yo.

Los últimos minutos, ya con el dorsal en el pecho se me hacen eternos hasta que comienzan las salidas. A las 9:45 los caminantes, a las 10:00 los menores de 35, a las 10:02 los mayores de 35 grupo 1,... y me doy cuenta de que el siguiente grupo, el de las 10:04, es el mio. ¡Es la hora!

Me hago un hueco entre los que salimos en esa oleada y miro a mi alrededor: todos tienen una pinta fantástica. Hago un balance rápido y veo a un par de ellos un poco más gorditos y a uno que va a correr con un carrito de bebé... "A lo mejor con alguno de esos puedo" me da por pensar.

Confieso que en ese momento me siento super emocionado, siento un nudo en la garganta y casi se me saltan las lágrimas de verme ahí, en mitad de todo. El corredor de al lado me mira con complicidad y me dice "Ya nos toca" y yo respondo algo así como "Vamos allá".

De repente suena la bocina y me doy cuenta de que con los nervios no he preparado el reloj, ni me he puesto los auriculares, así que mi salida es un poco alborotada mientras con una mano me pongo los auriculares, con la otra activo el reloj y comienzo a correr.

En mi mente llevaba planeado no salir rápido con independencia de los demás sabiendo que si me desfondaba al principio no llegaría ni al km 3, pero aun así me sorprende ver que en los primeros 100 metros todo el grupo me saca ya una enorme distancia. Aprieto un poco el paso para disimular ante la gente que anima, pero me entra la risa al ver que el más próximo y ya a una gran distancia de mí es el hombre del carrito de bebé. Trato de relajarme y bajo el ritmo hasta que me siento más cómodo y empiezo a ser consciente de la carrera.


Sabía que el comienzo iba a ser duro, ya que tiene un tramo de subida fuerte de alrededor de 1 km antes de empezar en la pista de tierra y que allí empezaría una larga subida hasta casi el km 3... y así fue. Me llama la atención ser adelantado antes de los 2 kilómetros y a toda velocidad no solo por el grupo que salía 2 minutos después que yo, sino también por los grupos de las las chicas que salían 4, 6 y 8 minutos después.

La gente me pasa como balas por los lados y yo solo trato de terminar de subir la dichosa cuesta con más corazón que piernas. El muesli del desayuno se ha convertido en una masa pesadísima que casi no me deja ni respirar y solo quiero parar, sin embargo me obligo a continuar sabiendo que después viene la cuesta abajo.

En ese instante, me alegra enormemente haberme estudiado el perfil y saber en cada momento dónde estaba y qué venía después. Aunque evidentemente no se parece en nada verlo en un mapa frente a la realidad, me motiva poder predecir los momentos duros y los más llevaderos y ponerme metas alcanzables.

En torno al km 4, comienzo a sentirme algo mejor, parece que el muesli ha decidido seguir su camino y dejarme vivir y comienzo a correr más fluido, de hecho me doy cuenta de que ni siquiera estoy respirando muy rápido. En este momento casi todos los corredores me han adelantado y estoy prácticamente solo, así que puedo levantar la vista y ver el paisaje y me empiezo a sentir más cómodo con la carrera. Cansado, pero vivo. Me animo a beber un traguito de agua y las cosas se ven de otro color.

El kilómetro 5 se me pasa volando, entre la gente que me sigue adelantando, el paisaje que es increíble y un camión que se mete en medio de la carrera y me hace refunfuñar mentalmente mientras lo esquivo, me doy cuenta de que ni me he enterado de que ya estamos casi en el kilómetro 6 y solo quedan dos.

A partir de ahí siento por primera vez la maravillosa sensación de saber de que puedo terminar y, aunque tengo una mini crisis en otra mortal cuesta arriba que me deja temblando, ya empiezo a celebrarlo mentalmente. De hecho, viendo que hay un hombre (seguramente de los que salieron más tarde que yo) moderadamente a mi alcance, hasta me animo a intentar adelantarle en los dos kilómetros que me quedan.

A partir del km 7 todo empieza a ir solo, cada vez hay más gente que te anima diciéndote que estás al lado y que ya llegas y casi vuelas, de hecho, arrastrado por esa sensación consigo adelantar al hombre y ya veo la meta, me siento fuerte y acelero. 

Entro en la recta de meta, la gente aplaude y escucho al comentarista decir mi nombre mientras me acerco al arco ¡Subidón! así que aprieto el paso todo lo que puedo, aunque voy con las fuerzas justitas y cruzo la línea. 

Me doy cuenta en ese momento de que he sido adelantado justo en la meta por el único al que había sido capaz de pasar, otro error de novato por no mirar a los lados, pero objetivamente me da igual, mi objetivo era llegar con dignidad y no hay duda de que lo he conseguido.

Cruzando mi primera meta

He conseguido terminar mi primera carrera: 8 km sin pararme en 50:57, es decir, un ritmo de 6:32 el km que para cualquier otro es una porquería, pero que para mí representa algo que era inalcanzable hace solo un mes.

En este momento, ya en casa, el subidón me dura incluso recordándolo, pero ya estoy pensando en descansar un par de días, volver a calzarme las zapatillas y salir a buscar la próxima meta.

Enorme organización de la carrera, todo ha sido fácil hasta para un novato como yo, espero poder repetir en próximas ediciones. 

sábado, 22 de mayo de 2021

Preparando mi primer 8k; La carrera del pollo.

Objetivo: La Carrera del pollo

Después de algunas semanas de rodaje me he empezado a sentir lo bastante fuerte para buscar la que será -esta vez sí- mi primera carrera popular tras varios intentos frustrados.

Buscando por internet vi que no había ninguna de 5K en las proximidades, pero encontré una carrera llamada "I carrera del pollo" en un pueblo no muy lejos de mi casa llamado Moraleja de en medio con un recorrido de 8k, mucho desnivel y con aproximadamente un 70% en pista en lugar de asfalto... Demasiados factores desconocidos. 

Aún así, estaba ansioso por colgarme mi primer dorsal en una carrera popular real, así que me inscribí asumiendo que en el tiempo que tenía por delante me daría tiempo a coger el nivel mínimo. Hasta el día en que hice la inscripción mi distancia máxima había sido de 5k a un ritmo de unos 6:45.

Con ese objetivo salí a rodar en mis siguientes sesiones, tratando de incrementar la distancia y motivándome mucho cada vez que llegaba a casa habiendo superado alguna marca, bien por distancia o por tiempo.

A falta de quince días para la carrera, me atreví a hacer un simulacro y correr 8k por primera vez en la carrera virtual Wings For Life, con lo que el miedo a la distancia parecía un poco menor. 

A pesar de la motivación de saber que físicamente era capaz de recorrer los 8 kilómetros, me pasaba las horas revisando el perfil de la carrera y tratando de predecir dónde y cuando lo pasaría mal, ya que no es lo mismo correr en tu terreno y con todo controlado que afrontar la incertidumbre de una carrera real.

En el perfil hay varios tramos de subidas y bajadas que me parecían aterradores y me he mentalizado a sufrir mucho en los primeros 3 km y después tratar de recuperar el aliento en los siguientes 3 para prepararme para el final...


Contaba con que el último tramo lo haría más a fuerza de corazón que de piernas.

A falta de una semana, intenté afrontar nuevamente los 8k y sin la motivación que había tenido en la Wings for life me vi incapaz de terminar. De hecho, a los 5'5 tuve que pararme fundido... y preocupado. Quedaba poco tiempo y mi objetivo era terminar como fuera.

La verdad es que la última semana pasé horas delante del ordenador, buscando sabios consejos, revisando una y otra vez el perfil, haciendo inventario de todo lo que podría necesitar y preparándome mentalmente para no poder dormir en la noche anterior...

Al final, todo llega y mañana es la carrera. Turno de revisar mil veces más que lo tengo todo preparado, último repaso al perfil del recorrido, no vaya a ser que cambie algo y a la cama, ¡La noche va a ser larga!

domingo, 9 de mayo de 2021

Mi primera carrera Virtual: Wings for Life 2021

Mi primera carrera virtual: Wings for Life.

Como llevo ya algún tiempo en esto de correr y hasta la fecha me han ido cancelando todas las carreras populares a las que me había inscrito por el Covid, he decidido animarme a ponerme a ponerme un dorsal, aunque sea virtual para tratar de motivarme un poco.

La carrera elegida es la Wings For Life 2021, que por lo que leí decidí que tenía que ser la carrera elegida y os quiero contar un poco mis motivos para hacerlo.


En primer lugar se trata de una carrera solidaria donde el 100% de la inscripción va destinada a la investigación de lesiones de médula espinal. Con lo cual corres por los que no pueden hacerlo. Solo por eso, ya me habrían convencido.

  • Tiene un formato único, ya que se corre en todo el mundo con la particularidad de que la salida es simultanea. Es decir, todos los participantes, estén donde estén arrancan a la misma hora.
  • No tiene una distancia objetivo. En lugar de eso, un "coche" comienza a perseguirte cuando lleves 30 minutos de carrera a una velocidad creciente. Es decir, al principio se desplaza muy despacio y a medida que avanza el tiempo incrementa su velocidad hasta alcanzar a todos los corredores, siendo tu objetivo llegar lo más lejos posible.
Con esos tres condicionantes decidí que me motivaba muchísimo probar la experiencia y ver hasta dónde era capaz de llegar.

Dada mi escasa experiencia corriendo he calculado, con una herramienta que incluye la propia web, que podría aguantar, si los pulmones no me fallan unos 8 Km antes de ser alcanzado por el coche, teniendo en cuenta que nunca he pasado de los 6 Km seguidos y que es probable que tenga que hacer una paradita para recuperar el aliento.



Por cierto, a pesar de ser virtual te mandan a casa el dorsal y una camiseta chulísima que no he podido dejar de ponerme para hacer el canelo por las calles.

La carrera.

En Madrid, que es donde me encuentro, la carrera empezaba justo a las 13:00, así que unos minutos antes ya me encontraba en la calle, calentando un poco y lleno de adrenalina mientras espero.

Reconozco que no es así como esperaba que fuera mi primer dorsal, pero a pesar de todo y aunque no lo considero como mi primera carrera popular, me siento muy emocionado mientras preparo la aplicación que medirá mi distancia y me pongo los auriculares.

El primer punto, o puntazo a favor es descubrir por qué recomendaban utilizar auriculares durante la carrera y es que hay un speaker radiando la carrera y recorriendo todas las ciudades del mundo en las que se celebra, con un ruido atronador, música, conexión con locutores en otros idiomas. De repente, a pesar de estar solo en la calle, me siento formando parte de algo muy grande.

Para darle más emoción, te habla el piloto del "catcher car" virtual para informarte de que tiene toda la intención de cogerte cuanto antes.

Finalmente suena el comienzo de la carrera entre un pistoletazo de salida épico y un ambiente virtual fantástico que te envuelve. No he corrido nunca con más gente, pero me siento rodeado de personas mientras corro por mi ruta de siempre con una cara llena de ilusión.

Descubro con mucha satisfacción además que el speaker tiene comentarios personalizados para ti cada vez que alcanzas ciertos hitos, como tu primer kilómetro o cosas así y te va animando.

Los comentarios, a pesar de poder sonar trillados por ser cosas como "Vamos fiera, estás que te sales" o "¡Qué energía llevas! Es increíble" están tan bien hilados con tu carrera, con el momento kilométrico en el que te encuentras y con el ambiente que han ido creando que te va llevando de la mano.

Corro como nunca, a un ritmo de 6:25 y a pesar de eso, cuando me quiero dar cuenta, llevo ya 4 km y me doy cuenta de que estoy a solo 2 de batir mi propio récord de distancia y sin embargo quiero más. El cátcher car está a punto de arrancar y tengo ganas de ver hasta dónde puedo aguantar.

El comentario del speaker de "¡Ya llevas 4 kilómetros! ¡Espectacular!" me anima a seguir corriendo con mi sonrisa en la cara y sintiéndome súper orgulloso cuando me cruzo con otro corredor, como diciendo. Yo estoy corriendo con miles de personas y tú solo estás entrenando... ¡Cosas de novatos!

Justo en ese momento, cuando alcanzo el kilómetro 4,5 recibo noticias del speaker avisándome de que el catcher car se ha puesto en marcha. Estoy más lejos de mi casa de lo que había llegado nunca corriendo y solo con eso ya me siento orgulloso, ya que sé que de una forma u otra tendré que volver ¡Ahora solo es cuestión de aguantar lo máximo que pueda!

Decido emprender el camino de vuelta sabiendo que si consiguiera desandarlo por completo habría alcanzado unos 9 Km, un disparate completamente inimaginable, pero me sigo sintiendo pletórico y me veo capaz de sostener el ritmo. En este momento llevo ya unos 5 km y me siento incansable y el speaker me lo reconoce con un nuevo comentario "¡Ya lleva 5 Km! ¿Es un pájaro? ¿Es un avión?..."

Cuando llego al kilómetro 6, ya voy celebrando haber batido mi mejor distancia sin parar de todos los tiempos, pero siento que aun tengo más que dar, aunque con sinceridad empiezo a notarme un pelín cansado. Sin embargo me he prometido que voy a terminar los 8 kilómetros como sea, así que me rio del Miguel del pasado que no pudo llegar más lejos del punto en el que estoy ahora y sigo corriendo.

Cuando llego al kilómetro 7 hago unos cálculos y veo que voy "demasiado bien", es decir, que con el ritmo al que voy el catcher car no me alcanzará hasta al menos el kilómetro 10, pero con sinceridad la motivación y la energía me ha ido decreciendo y ya solo miro la meta imaginaria de los 8 Km como el único final posible.´

El último kilómetro y a pesar de los ánimos del speaker y de la inminente amenaza del coche perseguidor se me hace eterno y bajo el ritmo hasta casi los 7 minutos por kilómetro, pero consigo terminar la distancia que me había prometido. 

¡Voy con la lengua fuera y el corazón a mil, pero he llegado! Puede que sea virtual, pero esta carrera ha sido un subidón y me la voy a guardar en mi colección de pequeños retos superados.

Descanso un poco e intento rodar por las calles un rato más para el coche me alcance, pero ya no doy de mí ni para caminar y con un poquito de vergüenza pero mucho orgullo cierro la aplicación sin ser alcanzado tras un tiempo de 1:06:16, 8 Km corriendo y un kilómetro más a medias entre trotando y arrastrándome

Espero que mi primera carrera popular real llegue pronto, pero mientras tanto ha sido una experiencia increíble.

¡El año que viene repito!