Garmin Vivoactive 4
Después de mis anteriores experiencias, empecé a pensar que lo barato sale caro y si bien el ONMOVE 500 HRM se comportaba lo bastante bien, especialmente para su precio, la experiencia negativa con el Amazfit GTR 2 me hizo darme cuenta de que si lo que quería era un reloj deportivo sólido y potente me iba a tocar rascarme el bolsillo.
En ese momento comencé a valorar de nuevo las marcas más conocidas: Polar, Garmin, Samsung, etc... sin embargo al revés de lo que hice la otra vez, comencé por buscar los smartwatch mejor valorados por las prestaciones de su GPS. A partir de ahí fui acotando la búsqueda por el precio máximo que estaba dispuesto a pagar y porque tuvieran algún que otro extra interesante.
Al final mi búsqueda se redujo a:
- Polar Vantage V2
- Garmin Forerunner 245 Music
- Garmin Vivoactive 4
El más ventajoso por precio era el Polar, pero me daba un poco de rabia que no tuviera la posibilidad de descargar música, ya que me parecía una maravilla poder salir sin depender de un móvil o de un mp3 para ello.
El que más se ajustaba a mis necesidades era el Foreruner 245 music, ya que es un modelo específico para correr y tenía la posibilidad de descargar música. Sin embargo era un pelín más caro que el Vivoactive 4.
Al final opté por el tercero, que si bien tiene menos opciones para los corredores que el Foreruner diseñado específicamente para ello, sí que incluía la opción de descargarse música, tenía muy buenas valoraciones en su GPS y tenía la opción de Garmin Pay con el que evitaba ya no solo llevar el móvil sino también la cartera en caso de emergencia.
Cuando llegó a mi casa un par de semanas más tarde, confieso que lo primero que sentí es un pelín de decepción, ya que no era ni la mitad de bonito que el Amazfit GTR 2, la pantalla se veía poco brillante y los colores me recordaban a las viejas pantallas EGA de los 90 en verdes turquesas muy poco atractivos.
A pesar de ello me obligué a recordar que mi objetivo era tener un reloj deportivo con métricas decentes y salí tan pronto como pude a rodar con él. Mis primeras sensaciones fueron que no era tan rápido posicionándose como esperaba, pero sí me gustó que lo que veía en la pantalla se ajustaba a un trazado que ya conocía de memoria y de hecho cuando llegué a casa y descargué la sesión descubrí que las medidas habían sido tan precisas como esperaba.
Había leído alguna crítica acerca de que no siempre vinculaba bien con auriculares bluetooth o que perdía señal, pero en mi caso, no he tenido ningún problema incluso utilizando auriculares baratos. Ha vinculado siempre rápido y bien y con muy buena calidad de sonido. Así que la decepción fue quedándose muy atrás.
Con algunas configuraciones adicionales hasta pude cambiar algunos colores del interfaz y mostrar un diseño más agradable, pero sigue sin ser su fuerte.
En resumen.
A favor:
- Es un smartwatch deportivo lo bastante elegante para usarlo en la vida real.
- Es eficiente en sus métricas, el GPS funciona perfectamente.
- Es compatible 100% con Strava,
- La posibilidad de tener música y tarjeta bancaria en tu muñeca es muy cómoda (ojo, apenas es compatible con ningún banco, en próximas entregas os contaré como lo conseguí)
En contra:
- La interfaz no es especialmente bonita ni cómoda.
- La calidad de la pantalla no es muy buena, ni desde el punto de vista del control táctil, que no funciona muy bien si no tienes la mano impecablemente seca (no suele pasar en mitad de un entrenamiento) ni del físico, ya que se ralla con mirarla. Cualquier roce deja marcado el cristal.
- Garmin Pay no es compatible con casi ninguna entidad bancaria. Ver solución.
- Le falta más detalle y funcionalidades en el modo running, aunque es algo que Garmin hace de manera premeditada para dejar todas esas funcionalidades para el Foreruner como factor diferencial.
- Poca autonomía. Usando el GPS y la música la batería no dura ni un día.
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