Una de las cosas que más me motivó a correr fue leer los millones de blogs existentes al respecto. Sin embargo, los que realmente me tocaron la fibra fueron aquellos que hablaban en mi mismo idioma.
Hay multitud de blogs geniales explicándote los pormenores de las series, los fartleks, la dieta necesaria, las mejores técnicas para pronadores... pero, sin embargo, yo, que solo ruedo kilómetros sin ton ni son y con la lengua siempre medio fuera buscaba algo más cercano a mi realidad.
Para mí fue un placer encontrar unos poquitos blogs, escritos por seres realmente humanos -en el mejor sentido de la palabra- que me hicieron dar el paso definitivo después de leer sus experiencias contando cómo afrontaron ellos su primera carrera.
Esta será, por tanto, mi propia recopilación de aquellos consejos que en base a mi breve experiencia puedo ofrecer para que la gente pueda disfrutar de su primera carrera tanto como lo hice yo.
Consejos para tu primera carrera popular.
1) Busca una carrera que te haga ilusión: Esto parece una perogrullada, pero ahora que llevo unas cuantas carreras me doy cuenta de lo importante que es tener la cita marcada en tu calendario como algo especial y al final, hay carreras con las que te identificas más incluso antes de correrlas.
Es cierto que tu primera carrera siempre será emocionante por ser precisamente la primera, pero si tiene algo que la haga especial, ya sea porque es por una buena causa, porque la zona es bonita, porque la distancia te hace sentir bien o porque participa tu pareja... te pasará como con el primer beso. Unos lo recuerdan más que otros.
2) Revisa el recorrido: He conocido varios corredores que detestan mirar el trazado de la carrera y les gusta el factor sorpresa, pero cuando eres un novato no siempre es buena idea ir a la aventura.
En mi primera carrera tuve momentos complicados, pero el saber en cada momento lo que venía después me permitió anticiparme y guardarme las fuerzas para donde sabía que las iba a necesitar. Poder prever los puntos duros del recorrido puede ser la diferencia entre un final digno y quedarte por el camino.
Es importante que en tu mente tengas una estrategia, aunque sea a grandes rasgos, de cómo quieres afrontar tu carrera ¿Saldrás despacio y apretarás al final? ¿Te sientes más cómodo en un ritmo constante? ¿Aprovecharás las bajadas para tomarte tu tiempo en las subidas?
3) Hay que ser realista: A todos nos hace ilusión imaginarnos cruzando la meta de una maratón o llegando el primero en nuestra primera carrera popular, pero tienes que mentalizarte a que a tu primera carrera solo vas con el objetivo de llegar a la meta.... ¡y disfrutar!
Por eso es importante elegir tanto una distancia como un terreno que creamos que vamos a poder terminar. Es cierto que siempre puede pasar algo imprevisto pero, más o menos, todos somos conscientes de nuestras capacidades y cuanto más coherente seas con ellas, más disfrutarás de la experiencia.
4) Prepara todo el día antes: Prepara tu ropa y el dorsal el día antes y todo aquello que creas que puedes necesitar y sobre todo piensa dónde lo vas a llevar o a dejar durante la carrera, sobre todo si no hay guardarropa ¿Has cargado la batería del reloj? ¿Vas a llevarte el móvil? ¿Llevas algo de dinero por si acaso? ¿Dónde guardarás las llaves? ¿Has cogido el abono transporte?
Mucha gente aconseja no estrenar absolutamente nada el día de la carrera para evitar encontrarte con molestias imprevistas. Después de mi experiencia yo aconsejaría no exagerar tanto y únicamente no estrenar zapatillas ni cargar con peso adicional que no hayas probado antes, como móviles o cosas así.
Si la camiseta es técnica, aunque sea la que regalan con la carrera, es extremadamente raro que te roce en ningún sitio. De hecho a mí me gusta correr siempre con la camiseta de la carrera si me es posible porque me encanta la sensación de formar parte de la marea de color y me ayuda a entrar en el ambiente.
La marea rosa de la EDP 10k. |
Lo que sí te diré es levántate pronto y date la posibilidad de espabilarte bien. Date una buena ducha, fresquita si es posible, y sobre todo desayuna lo mismo que cualquier otro día que salgas a correr. No te pongas creativo y comas algo inusual o en mayor cantidad pretendiendo tener más energías para la carrera.
Si ya has corrido una distancia parecida anteriormente en tus entrenamientos, no vas a necesitar nada distinto a lo que ya hayas probado y cualquier experimento que hagas puede tener nefastas consecuencias como me sucedió en mi primera carrera.... y en la EDP Rock and Roll.
Aprovecha el momento para untarte vaselina en los pies y todos los lugares propensos a las rozaduras. Por cierto, yo que sudo como si no hubiera mañana, he descubierto que si te haces una línea de vaselina en la frente hacia las sienes, harás que el sudor corra por ella y evitarás que te entre en los ojos.
6) Hidrátate: Por lo más sagrado, ¡bebe!
Al principio me preocupaba por un montón de cosas que pudieran sucederme durante la carrera:
- No tener energías así que desayunaba mucho con trágico resultado.
- Tener un bajón de azúcar, así que me llevaba un gel aunque no sabía ni para qué servía.
- Estar cansado, así que me acostaba muy pronto aunque no pudiera dormir.
- Haber entrenado poco, así que apuraba con entrenamientos hasta el último día.
7) Llega con tiempo: En mi primera carrera honestamente no tenía ni idea de con cuánto tiempo tenía que llegar, ni de cómo funcionaban las cosas. Descubrí que la mitad de las veces cortan el tráfico, que casi siempre es difícil aparcar cerca o que en ciertas carreras te dan el dorsal justo antes de empezar y tienes que llevar la documentación contigo.
Por tanto siempre es preferible llegar con un poco de margen para encontrar el sitio de la carrera, poder calentar un poco, ir al servicio, buscar tu cajón de salida e ir familiarizándote con la situación.
Además, mola tremendamente el ambiente que se respira antes de la salida. Disfrútalo al máximo y déjate envolver por las sensaciones únicas que vas a vivir.
PD: ¡Sigue hidratándote mientras puedas!
8) Cuidado con la salida: Por mucho que sepas que tus tiempos son humildes, que tus energías son bajas y por mucho que pretendas ir a tu ritmo, la salida es siempre muy engañosa.
Comienza la cuenta atrás, la gente se impacienta, te entra un gusanillo en el estómago, revisas tu reloj, miras a tu alrededor, respiras profundo y de repente suena la bocina y sales disparado dejándote arrastrar por la marea y tu propia adrenalina... y cuando han pasado 100 metros no puedes ni con tu alma.
Cuesta mucho, pero tómate con calma los primeros metros. Despreocúpate si ves que de repente todo el mundo te envuelve y te sobrepasa y trata de ceñirte a tu ritmo. Seguramente incluso sabiéndolo no puedas evitar correr de más en los primeros metros arrastrado por las emociones, pero desde que recuperes un mínimo de conciencia, oblígate a bajar el ritmo y seguir tu plan, de lo contrario acabarás desfondado mucho antes de lo que acostumbras y los novatos, necesitamos cada ápice de fuerza.
Por cierto, si te es posible ponte en un lugar donde no molestes la salida de los corredores más rápidos. Si no puedes ponerte detrás, al menos ponte en un lateral. Deja los primeros puestos para los que los van a usar.
9) Sigue tu estrategia: Si has hecho caso del punto 2, tendrás más o menos claro cómo es el recorrido y cómo lo quieres afrontar y es importante que trates de ceñirte a él en la medida de lo posible.
Con la emoción de la carrera, el subidón de la salida, el ver cómo muchos corredores te adelantan o tener a tiro a alguien a quien puedes adelantar tú, puedes sentirte con ganas de acelerar más de lo normal cuando no toca o por el contrario desanimarte y hacer que tires por la borda toda tu carrera.
La sangre fría es un factor tan importante como pueda serlo el haber entrenado, descansado o bebido adecuadamente y ser capaz de volverte un poco hermético a las sensaciones exteriores que te puedan hacer fracasar en la carrera es imprescindible.
Asume que en esta carrera serás adelantado por muchísima más gente de a la que adelantarás tú, que cada cuesta arriba será un desafío para tus nuevas habilidades y que es mejor guardarte las fuerzas para el último tramo. Así que trata de mantener el ritmo previsto, disfruta de las sensaciones y de la seguridad que da saber que vas a un ritmo que puedes mantener.
Olvídate de los pensamientos malos que puedas tener -y que seguramente tendrás- en algún momento de la carrera. Aíslate de todos los ¿Qué hago aquí? ¡No voy a llegar! ¡Esta gente es de otro nivel! Tú ya formas parte de esto cuando muchos otros ni siquiera se han atrevido a intentarlo. ¡Claro que es para ti!
Despreocúpate de adelantar o de que te adelanten, despreocúpate de tu posición y de tu tiempo, solo céntrate en marcarte un ritmo que puedas seguir y déjate llevar por las fantásticas sensaciones.
10) Prepara tu último esfuerzo: En alguna de mis carreras he querido intentar hacer un último esfuerzo para terminar a tope y me he dado cuenta de que he empezado demasiado pronto y de que aún me quedan 800 metros infernales.
Aunque sobre el papel 1 kilómetro no es una distancia demasiado grande, intentar recortar 30 o 40 segundos en 1000 metros puede hacer que se convierta en infinita. Con el poco tiempo que llevo he aprendido a no empezar a apretar fuerte hasta que no me quedan más que 200 o 300 metros para la meta y a veces incluso menos.
Me encantaría contar que llego a la meta con fuerzas para hacer un último esprint apoteósico, pero la verdad es que hasta esos 200 metros a veces se me hacen largos. Mis piernas, mis pulmones y mi dignidad te aconsejan que evalúes muy bien tus fuerzas y que calcules cuánto puedes aguantar un último acelerón porque siempre es menos de lo que pensamos y se siente mucho mejor cruzar la meta acelerando que arrastrándote porque ya no das más de ti.
Dado que no va a cambiar mucho el resultado de la carrera por arañar 15 o 20 segundos, guárdate el esprint para justo tus últimos metros y date el gusto de entrar con fuerza con la cabeza alta y no mirando al suelo porque no puedes más. Sobre todo ahórrate el lesionarte forzando demasiado cuando ya vas con la reserva encendida.
Nota: El fotógrafo de la meta siempre está acechando, sonríe y pon tu mejor pose y mantenla durante unos segundos después de cruzar para que le de tiempo a inmortalizarte. A veces el postureo es necesario y es un recuerdo que te encantará tener.
Consejo extra: Este es el consejo más importante de todos... ¡Disfruta! Estás viviendo un momento especial para el que seguramente lleves semanas o meses preparándote, sudando y sufriendo. Solo con eso ya has triunfado.
Disfruta del ambiente, disfruta de tus sensaciones en la carrera, date el gusto de correr sin música y escuchar a la gente que anima, el sonido de las pisadas, la respiración...¡Es mágico!
Volverás a correr más carreras y en todas sentirás grandes momentos, pero ninguna como la primera.
¡Lo has conseguido!
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